Acerca de mí
Soy Tati Buitron. Mamá y esposa.
Nací en la ciudad de Quillota, donde viví hasta los 16 años. Cuando mis papás se separaron, llegué a Santiago y producto de varias experiencias dolorosas, comencé a buscar respuestas que me fueran haciendo sentido del “para que” había vivido todas esas situaciones que me causaron tanto sufrimiento.
Me aferré fuertemente a Dios, comprendiendo y sintiendo la infinitud de su presencia, más allá de lo aprendido en el colegio católico al cual pertenecí durante más de 10 años.
Descubrí que esa poderosa energía, me había acompañado desde que era muy pequeña, y se manifestaba en mi a través de sensaciones y corazonadas, que en un principio no podía descifrar muy bien, ni menos llevarlas a algo concreto.
Un día, en el velador del dormitorio de mi hermana, encontré un libro de Tarot y unas cartas encima, que rápidamente llamaron mi atención. Empecé a leer y a aprender el significado de cada una de ellas y sin preguntarle a nadie, las tomé para mi,
como un verdadero regalo.
Así fue como todo comenzó.
Practicaba a diario en los recreos del colegio y poco a poco fui conectando con las cartas y con las vidas de las personas que me buscaban. Me fue haciendo ruido el hecho de que en la mayoría de las ocasiones, el significado de las cartas que había aprendido casi de memoria, no coincidía totalmente como esa voz interior que en mi resonaba y que me impulsaba a transmitir los mensajes a la persona que tenía sentada frente a mí. Fue así entonces como al pasar del tiempo, me fui haciendo caso.
Comencé a confiar en lo que internamente sabía que debía decir. Me fui dando cuenta, que aquí no eran las cartas, no era un libro, yo era canalizadora, yo tenía un don.
Entré a la universidad a estudiar derecho, sabiendo indudablemente que no era lo que quería para mi futuro. En paralelo, recibía a decenas de personas en mi casa todos los días, que me confiaban sus asuntos y sus problemas.
A momentos me empapaba en susto por la responsabilidad que eso implicaba. Pero el tiempo me fue dando la razón y me fue haciendo tener mayor certeza. Fui testigo de que aquello que transmitía y leía en los demás, causaba alivio, aclaraba, y les iba abriendo caminos.
Al llegar a cuarto año de la carrera, sentí que debía hacer algo para poder dedicarme en mi totalidad a este propósito al cual sentía, había venido. Y fue ahí, cuando después de mucho miedo por sentir que defraudaría a mi familia, me cambié a estudiar Psicología.
Llevo 24 años en contacto con mi intuición y con la gente. Desde entonces he atendido a más de 37.500 mil personas (No puedo creerlo), por lo que soy una convencida que gran parte de mi don, ha sido también ayudado por la práctica.
Desde hace 14 años soy Psicóloga Clínica, Magister en terapia familiar, de pareja e individual con enfoque constructivista interaccional. Realizo canalizaciones a través del naipe inglés, péndulo o con el simple hecho de escuchar a alguien.
En las sesiones también mezclo las constelaciones familiares que he estudiado en diferentes ocasiones. Ayudo a mis pacientes desde una mirada integral, a descifrar muchas veces lo que está oculto y anquilosado del pasado y del presente, bloqueando el fluir de su cotidianidad.
Muestro las posibilidades de los diversos caminos, desde donde a través de su responsabilidad como adultos, pueden elegir construir.
Coopero a compartir esa mochila que a momentos se siente tan pesada y que, debido a ese mismo cansancio, les impide pensar y sentir con claridad.
Conecto con el poder superior, me escucho activamente, para transmitir a las personas que asisten a mi consulta, mensajes clarificadores y compasivos, que los ayude a levantarse con orgullo a mirar su vida y hacerse dueños de ella.
Trabajo desde el amor, compartiendo mi don como una herramienta terapéutica al servicio de quien lo crea necesitar.
En el camino de mi propio despertar espiritual, supe distinguir que la vida es un regalo lleno de milagros y mensajes, que si estamos atentos podemos dilucidar y descifrar. Cuando tú no puedes con eso, yo estoy aquí para ti.
